EQUINODERMOS
CRINOIDEOS
_Los crinoideos son los equinodermos más antiguos que se conocen. Cuentan con unas 600 especies en todo el mundo.
Se trata de animales frágiles y, en general, de vivos colores como el amarillo o el rojo fuerte. Aunque habituales de regiones costeras, son bastante difíciles de observar, ya que no suelen formar agrupaciones y tienden a esconderse entre las algas y recovecos de las rocas. El cuerpo de estos animales está compuesto por una parte central o corona, en cuya cara oral dirigida hacia arriba, se encuentra la boca y, sobre un pequeño promontorio, el ano. De esta corona parten cinco brazos que se ramifican muy cerca del origen, dando la apariencia de que existen, al menos 10 brazos.
Como viene siendo frecuente en los equinodermos, es el sistema acuífero o ambulacral el encargado de aportar presión hidráulica a los podios, y por lo tanto de permitir su extensión. En estos animales, el agua de este sistema no entra a través de los poros de la placa madrepórica, como ocurre en el resto de los equinodermos, sino que toda la cara oral está perforada por numerosos poros ciliados. En la cara aboral de la corona se distinguen otras prolongaciones alargadas y más o menos rígidas que reciben el nombre de cirros, de gran utilidad durante la fijación transitoria del animal al sustrato.
Los crinoideos se alimentan del plancton que queda retenido en los podios, también con función respiratoria. Cuando disminuye el aporte de alimento, el animal se desprende del sustrato, nada con ayuda de los brazos o se deja llevar por la corriente, hasta que encuentra un nuevo lugar adecuado a sus necesidades alimenticias.
Estos animales tienen la capacidad de autonomizar cuatro de sus cinco brazos en el caso de haber sufrido alguna lesión o estar atrapados por ellos, y volverlos a formar en un corto periodo de tiempo.
En fin todos los crinoideos presentan sexos separados. La formación de las células sexuales tiene lugar en las pínulas que se rompen para liberar los gametos.
Se trata de animales frágiles y, en general, de vivos colores como el amarillo o el rojo fuerte. Aunque habituales de regiones costeras, son bastante difíciles de observar, ya que no suelen formar agrupaciones y tienden a esconderse entre las algas y recovecos de las rocas. El cuerpo de estos animales está compuesto por una parte central o corona, en cuya cara oral dirigida hacia arriba, se encuentra la boca y, sobre un pequeño promontorio, el ano. De esta corona parten cinco brazos que se ramifican muy cerca del origen, dando la apariencia de que existen, al menos 10 brazos.
Como viene siendo frecuente en los equinodermos, es el sistema acuífero o ambulacral el encargado de aportar presión hidráulica a los podios, y por lo tanto de permitir su extensión. En estos animales, el agua de este sistema no entra a través de los poros de la placa madrepórica, como ocurre en el resto de los equinodermos, sino que toda la cara oral está perforada por numerosos poros ciliados. En la cara aboral de la corona se distinguen otras prolongaciones alargadas y más o menos rígidas que reciben el nombre de cirros, de gran utilidad durante la fijación transitoria del animal al sustrato.
Los crinoideos se alimentan del plancton que queda retenido en los podios, también con función respiratoria. Cuando disminuye el aporte de alimento, el animal se desprende del sustrato, nada con ayuda de los brazos o se deja llevar por la corriente, hasta que encuentra un nuevo lugar adecuado a sus necesidades alimenticias.
Estos animales tienen la capacidad de autonomizar cuatro de sus cinco brazos en el caso de haber sufrido alguna lesión o estar atrapados por ellos, y volverlos a formar en un corto periodo de tiempo.
En fin todos los crinoideos presentan sexos separados. La formación de las células sexuales tiene lugar en las pínulas que se rompen para liberar los gametos.
Editado por Aldo Brunetti.