Anélidos
Hirudíneos
Los Hirudíneos (Hirudinea) son una clase de anélidos clitelados, cuyo clitelo es menos aparente que el de los Oligoquetos. Con una anillación externa que no coincide con la metamerización interna. El número de anillos correspondientes a cada metámero es característico de cada especie. En ocasiones es difícil establecer la correspondencia entre anillos externos y metámeros, según unos autores presentan 33 segmentos más el prostomio, según otros son 34 segmentos. El celoma está reducido, se encuentra casi totalmente relleno por el tejido botrioidal, salvo en los más primitivos (Acanthobdella y Branchiobdella). Carecen de podios y de quetas, salvo Acanthobdella que posee unas pocas sedas. Tienen un cuerpo aplanado dorso-ventralmente, liso y sin apéndices. Los segmentos de la parte anterior y posterior del cuerpo se modifican para formar una ventosa anterior u oral, en la que se abre la boca, y otra ventosa posterior en la región caudal.
Se conocen aproximadamente entre 500 y 600 especies, casi todas ellas dulceacuícolas, aunque existen formas marinas, y algunas terrestres de ambientes muy húmedos. Muchas son hematófagas (las sanguijuelas), pero otras son depredadoras. Son hermafroditas con clitelo que sólo se desarrolla en la época de reproducción y con desarrollo directo.
Se conocen aproximadamente entre 500 y 600 especies, casi todas ellas dulceacuícolas, aunque existen formas marinas, y algunas terrestres de ambientes muy húmedos. Muchas son hematófagas (las sanguijuelas), pero otras son depredadoras. Son hermafroditas con clitelo que sólo se desarrolla en la época de reproducción y con desarrollo directo.
Anatomía externa de Glossiphonia sp.
El celoma está obliterado por el tejido botrioidal. En algunos grupos de Hirudíneos, en el seno de este tejido de relleno aparecen un conjunto de senos y espacios irregulares que representan restos celomáticos, que al desaparecer el sistema circulatorio han asumido su función.
El intercambio gaseoso se produce por difusión a través de la pared del cuerpo. Sólo algunos presentan branquias.
El tubo digestivo comienza en la boca, situada en el centro de la ventosa oral. Algunas especies tienen tres mandíbulas dispuestas de forma trirradiada, otras tienen faringe evaginable. Entre la faringe y el esófago vierten las glándulas salivales, cuyas secreciones contienen sustancias anestesiantes y anticoagulantes. Detrás del esófago aparece un buche, y un intestino. Todo el tubo digestivo presenta numerosos ciegos gástricos. En la parte final del tubo digestivo aparecen dos ciegos rectales. El ano se sitúa dorsalmente.
El aparato excretor de los Hirudíneos está formado por entre 15 y 17-18 pares de metanefridios, en la zona media del cuerpo.
El sistema nervioso sigue un modelo típicamente anelidiano. Hay una concentración nerviosa anterior formada por un ganglio supraesofágico bilobulado situado en el prostomio y un collar periesofágico que rodea la faringe, del cual sale una cadena nerviosa ventral. En cada segmento hay un par de ganglios fusionados, aunque el primer ganglio ventral (=ganglio subfaríngeo) resulta de la fusión de cuatro pares de ganglios, y es el que inerva la ventosa oral. Al final del cuerpo aparece el ganglio posterior formado por la fusión de los ganglios de 7 segmentos, y es el que inerva la ventosa posterior.
Reproducción: como el resto de los Clitelados, los Hirudíneos son hermafroditas protándricos. La fecundación es siempre interna y hay apareamiento. Tienen clitelo, y forman un capullo de puesta de forma parecida a las lombrices.
Editado por Alberto Fonte.